Cuando uno pone los ojos en un chihuahua o en un pitbull y le da dos vueltas, puede sorprenderse de la cantidad de ojos humanos que pasan por delante. A pesar de su tamaño, los chihuahuas y los pitbulls pueden llevarse la peor parte en esta regla.
Los chihuahuas son la raza de perro más pequeña, con un peso de entre cuatro y seis libras en la madurez. (El récord mundial del perro más alto de la historia lo tiene un chihuahua llamado Giants, que medía 20 centímetros). Son perros pequeños y leales con mucha personalidad y un gran amor por la atención.
Los pitbulls son la segunda raza de perro más popular, según el AKC. Son perros leales, cariñosos y amables, pero pueden ser poco amistosos con otros perros y desconfiar de las personas nuevas.
No es cierto que todos los perros del AKC con historial de mordeduras sean peligrosos. Pero sí es cierto que algunas razas tienen tendencia a morder y no deben incluirse en un hogar que posea uno de estos perros.
Cualquiera de los tres perros excesivamente agresivos (pitbulls, dobermans y pastores alemanes) tiene la probabilidad de morder a cualquier persona con la que entre en contacto, sea su intención o no.
Se calcula que hasta 4,5 millones de personas son mordidas anualmente en Estados Unidos. Sólo los pitbulls representan la mitad de esta cifra, a pesar de su pequeño tamaño. Pueden causar lesiones considerables, especialmente a los niños.
Cualquiera de las tres razas de perros excesivamente agresivas puede causar graves daños a un ser humano. Cualquiera que posea una de estas razas debe saber cómo manejar esta situación.
Considere este ejemplo de Louis Doberman:
Louis Doberman, un perro policía, estaba harto de manejar al anciano enfermo y frágil. El dueño de Louis siempre se excusaba cada vez que era mordido por el anciano. Finalmente, el dueño de Louis se hartó, se cansó de todo el asunto y se enfrentó al anciano. Cuando Louis trató de tirar del viejo hacia él, éste le gruñó. Louis, al darse cuenta de lo que ocurría, trató de huir. Entonces notó que una mano extraña se acercaba a él. Cuando Louis vio la mano con la de su amo cortada cuando aún intentaba tirar del viejo hacia él, Louis supo de nuevo lo que estaba pasando.
Tenga en cuenta que no todos los perros que atacan son malos. A menudo, los perros atacan cuando se sienten amenazados o sienten que su familia o cualquiera de los niños del vecindario están de alguna manera amenazados.
Si usted o un miembro de su familia es mordido por un perro, lo primero que debe hacer es encontrar al perro que le mordió. Una de las mejores formas de averiguarlo es capturar el momento en una película o vídeo, y tener una copia del vídeo guardada en su ordenador. Con una buena grabación de vídeo, podrás ver el momento exacto en que el perro te muerde.
A continuación, tendrá que analizar la situación y pensar qué puede haber provocado que el perro muerda. Al fin y al cabo, los perros muerden por la mañana sólo porque son perros, pero puede haber otras razones, como una sensación de amenaza, una enfermedad o algún tipo de alergia.
Una vez descartadas todas las posibilidades anteriores, la cuestión es cómo protegerse a sí mismo y a su familia de las posibles situaciones de peligro. Cuanto antes lo descubra, mejor. Sin embargo, para prevenir cualquier ataque futuro a usted y a su familia, debe informarse sobre el comportamiento y el lenguaje de los perros.
Para protegerse a sí mismo y a su familia, tiene que familiarizarse con el comportamiento de los perros y hablar con «inteligencia canina». Esto significa que debe aprender un poco de psicología canina y saber qué piensa su perro y qué dice su lenguaje corporal. Si conoce estas cosas, sabrá cómo evitar cualquier situación peligrosa.
Por ejemplo, si un perro muerde a su dueño sin motivo alguno, es probable que sólo esté cansado de tanto correr durante el día. Los perros cansados suelen estar más tranquilos y relajados. Por otro lado, si un perro muerde a su dueño por una razón, como por ejemplo para «derribar a [la víctima]», el perro es en realidad muy agresivo. Por lo tanto, nunca hay que intentar «hablar» con un perro pegándole.
También debe asegurarse de mantener a su perro fuera de los lugares públicos, lejos de perros y personas extrañas. Si puedes, evita las zonas donde se reúnen muchas personas.
La razón más común por la que los perros muerden a las personas, aparte de su instinto para proteger su territorio, es el miedo. Esta es también la razón más peligrosa. Si un perro se encuentra en una situación en la que se siente nervioso o amenazado, muerde instintivamente.
Además, los perros suelen estar entrenados para atacar a personas y animales.